Capítulo 20
Toma de decisiones en Medicina.
Incertidumbre y probabilidad.
Al utilizar la palabra
incertidumbre en el aprendizaje y práctica de las ciencias de la salud es
inevitable confrontar su naturaleza polisémica, ya que tiene una pluralidad de
significados cuantitativos y cualitativos, técnicos y del lenguaje cotidiano
que complican su interpretación.
En la práctica médica las
hipótesis diagnósticas a menudo son hechas por los médicos en el primer
contacto con los pacientes, algunas veces incluso antes de que estos les
reporten sus síntomas.
Muchas de las decisiones en ese momento requieren de
intuición, entendida como un proceso cognitivo en el que se alcanza una
decisión a pesar de que las razones no pueden ser descritas fácilmente.
También el paciente experimenta
incertidumbre; vive la enfermedad como una interrogante sobre su vida presente
y futura.
Tanto en la práctica de la
medicina de atención primaria como en las especialidades médicas, la
incertidumbre se considera una de sus características esenciales. Las dudas y
la incertidumbre no están confinadas a los procesos en sus primeras fases; a
veces persisten en etapas tardías.
Algunos ejemplos de información
que son sujetos de incertidumbre son: los síntomas que presenta el paciente, estudios de laboratorio, efectos secundarios
de un tratamiento, preferencias del médico y el paciente. La decisión final
acerca del manejo del paciente requiere sintetizar la información de la
enfermedad, el paciente, los signos y síntomas, la efectividad de las pruebas
diagnósticas, estudios complementarios y tratamientos, los resultados y los
valores.
Modelo de Beresford
Incertidumbre técnica (de primer
orden): Incertidumbre tradicional que se genera cuando no existe suficiente información
científica para predecir de manera adecuada los efectos de una intervención o
establecer un diagnóstico.
Incertidumbre personal: Relación
médico-paciente, dificultad para identificar con certeza las preferencias y
necesidades del paciente y sus familiares, inherente a la condición humana.
Otro factor es la aparición de lazos afectivos y emocionales del médico con el
paciente, lo que puede ocasionar distorsión de la objetividad durante la toma de
decisiones.
Incertidumbre conceptual: Inconmensurabilidad,
es difícil medir cantidades con números racionales para manejar diferentes
necesidades de pacientes que compiten por los mismos recursos.
Todos los tipos de incertidumbre
pueden traslaparse entre sí, de manera que un elemento de incertidumbre técnica
puede combinarse con otro de incertidumbre personal o conceptual.
Estrategias cuantitativas:
análisis de decisiones, metodología basada en evidencia, guías de práctica
clínica, consensos profesionales, etc.
Estrategias cualitativas:
aspectos psicosociales de la relación médico-paciente, comunicación de los
profesionales, entre otros.
La mayoría de las escuelas de
medicina no incluye de modo explícito los conceptos de la incertidumbre y sus
implicaciones en la práctica médica. Los estudiantes deben aprender la
importancia de la comunicación médico-paciente para hacer frente a esta
situación.
Otro reto es la educación de los
pacientes sobre la incertidumbre en la atención de la salud, ya que ellos son
los principales sujetos y objetos de nuestra práctica.
Un médico puede estimar la
probabilidad de enfermedad con el cuadro clínico del paciente, a partir de la
experiencia personal y de la evidencia publicada, pero la incertidumbre acecha
en cada paso del proceso diagnóstico. La evolución clínica y los estudios de
laboratorio y gabinete ayudan a disminuir la incertidumbre, mas no la eliminan.
Los médicos, conforme adquieren
experiencia y dominan su área con mayor profundidad, aprenden a combinar, por
lo menos de forma intuitiva, estas fuentes de probabilidades y a tomar
decisiones razonablemente apropiadas de acuerdo con el contexto local y la
individualidad del enfermo.
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